Comida real, qué es y cómo integrarla en tu día a día
Esto de la comida real, por muy moderno que parezca, no es otra cosa que un movimiento a favor de comer los alimentos que nos brinda la naturaleza y huir de los ultraprocesados.
La tendencia real fooding (comida real) llegó a nuestro país en el 2016, de la mano de Carlos Ríos, un joven nutricionista que se ha convertido en todo un maestro para cerca de un millón y medio de personas que le siguen en su cuenta de Instagram y que se hacen llamar real fooders.
¿En qué se basa el ‘real fooding’?
El real fooding (comida real) se fundamenta en una serie de principios muy claros. En este tipo de alimentación, las comidas diarias deben estar compuestas por alimentos “cuyo procesamiento industrial no haya empeorado la calidad de la composición o interferido negativamente en sus propiedades saludables presentes de manera natural”. Entre estos, se incluyen aquellos considerados como los más primarios, los que podemos conseguir en cualquier mercado, como pueden ser la verdura, la fruta, las hortalizas, la carne sin procesar, los tubérculos, los huevos, el pescado, el marisco o los cereales 100% integrales.
Pero en el método de Carlos Ríos también se clasifican algunos procesados como saludables. A la hora de distinguirlos del resto, es imprescindible observar atentamente las etiquetas de los productos que adquirimos en el supermercado. De este modo, será necesario comprobar que estos no tengan más de cinco ingredientes y que entre ellos no haya grandes proporciones de azúcar, aceite vegetal refinado o harina refinada. Como adelanto, algunos de los permitidos son el gazpacho envasado, las legumbres de bote, las bebidas vegetales sin azúcar añadido, los pescados enlatados, el jamón ibérico de bellota, etc. Además, por si quedaba alguna duda, el precursor del real fooding insiste en que “lo que caracteriza a los buenos procesados es que el alimento es el principal ingrediente del producto”.
Pero, ¿cómo lo introduzco en mi rutina?
Aunque, a priori, parezca sencillo, lo cierto es que cerca del 80% de los productos que consumimos y que están al alcance de nuestra mano en las estantería de cualquier supermercado es ultraprocesado y, por lo tanto, perjudicial para nuestra salud. O al menos eso es lo que afirma y reivindica el «nutricionista-influencer», como muchos lo llaman. Los panes refinados, los refrescos, las pizzas industriales, la bollería, los precocinados, las patatas fritas, los snaks… se vuelven prohibitivos para quien se apunte a esta tendencia.
Según se cuenta por la red, la mejor forma de adentrarse en esta práctica es con el reto de los 30 días. Al parecer, durante el proceso puedes sufrir ansiedad y el temido “mono”, pero los beneficios que se pueden obtener son múltiples. Entre ellos, ser más consciente de lo que introduces en tu cuerpo y así salir de “Matrix”; mejorar tu salud, crear un hábito; desarrollar tus habilidades culinarias o estilizar tu cuerpo son algunas de las promesas que te hace Carlos Ríos.
Te echamos una mano
A la hora de llevar a cabo este cambio en nuestro estilo de vida, la organización es fundamental. Así que llegó el momento de familiarizarse con otro anglicismo: batch cooking. Este concepto consiste en dedicar unas tres horas semanales a preparar el menú de los siete días. Y aquí entramos en juego nosotros… Sabemos que la vida es demasiado corta como para utilizar el tiempo libre en tareas que no nos gustan o que, simplemente, no se nos dan bien, así que estamos encantados de facilitarte las cosas.
Nos encargamos de hacer batch cooking por ti, apostando siempre por alimentos reales de calidad y ofreciéndote diferentes tipos de menús que se adapten a lo que necesitas. Menús de oficina; para deportistas; menu bajo en calorías; veganos; sin gluten… ¿Por cuál te decantas?
Fundador de Bodegas Mezquita, Miplato.es, Método Gas y CongresosDigitales.com. Mentor en la EOI y Andalucía OpenFuture.