Las diferentes gamas de alimentos, desde la primera hasta la comida de quinta gama, nos ayudan a identificarlos en función de su origen y tratamiento.
No es necesario ser un experto en gastronomía para saber que los alimentos se presentan de diferentes formas, ya sea en su estado original o sometidos a diferentes procesos y técnicas, como el pelado, el envasado o el congelado.
No siempre ha existido tanta diversidad, pero tanto los avances tecnológicos de las últimas décadas como la mayor demanda de productos de comida preparada por parte del público han contribuido a esta diversificación.
Cada una de las cinco gamas alimentarias posee sus propias características. A continuación vamos a mostrarte las particularidades de cada una de ellas, así como algunos ejemplos de los alimentos que pertenecen a cada una de ellas.
Alimentos de primera gama
Los alimentos de primera gama son aquellos que no han sido sometidos a ninguna clase de tratamiento higienizante o de conservación. Se trata de productos muy perecederos que necesitan su conservación en frío para no estropearse.
La comida de primera gama es lo que habitualmente definimos como alimentos frescos, como los pescados, los mariscos, las carnes, huevos, las hortalizas y las frutas. También entran en la definición de alimentos de primera gama las frutas y hortalizas encurtidas y deshidratadas.
En lo referente a la conservación de estos productos, su duración sin refrigeración no supera las 48 horas en el caso de carnes, pescados y mariscos, y de cuatro días a una semana en el caso de las frutas y otros productos de origen vegetal.
Alimentos de segunda gama
Se llaman alimentos de segunda gama a todos aquellos que han sido envasados tras ser sometidos a un proceso térmico. Son las conservas y semiconservas. A diferencias de los alimentos de primera gama, no requieren de ningún sistema de refrigeración para su conservación ( con algunas excepciones, como es el caso de las conservas de anchoas). Es suficiente con almacenarlos en espacios secos y frescos.
A pesar de la adecuación de sus envases herméticamente cerrados y de haber sido sometidos a un proceso de esterilización, es conveniente ser precavido a la hora de consumir estos alimentos, rechazando aquellos que vengan en recipientes hinchados y abombados, así como los que muestren algún tipo de mal olor o líquido turbio en su interior.
Cualquier conserva o semiconserva debe hacer constar la fecha de caducidad en un lugar visible, a partir de la cual es recomendable no consumir.
Los ejemplos de comida de segunda gama son incontables y muy habituales en nuestras cocinas: tomate triturado, espárragos, aceitunas, pepinillos, alcachofas, pimientos, atún, mermelada, mayonesa…
Alimentos de tercera gama
Los alimentos de tercera gama son los que han sido sometidos a un proceso de congelación en crudo. Son los productos que conocemos como “congelados”.
Para consumir estos productos es necesario descongelarlos con anterioridad. Su conservación, siempre y cuando no se haya roto la cadena de frío, debe realizarse en el congelador.
Son productos muy poco perecederos, aunque también tienen una fecha de caducidad que varía en función del tipo de alimento. Así, los pescados y carnes se pueden almacenar durante alrededor de 6 meses, mientras que las verduras aguantan con sus propiedades organolépticas intactas de 6 meses a un año.
Nunca se deben consumir los alimentos de tercera gama que presenten indicios de haber roto la cadena de frío, es decir, de haberse descongelado parcialmente, ya que podrían provocar algún tipo de intoxicación.
Alimentos de cuarta gama
Asi se llaman a los productos alimentarios que han sido envasados al vacío o en atmósferas controladas, es decir, con concentraciones reguladas de oxígeno, humedad y temperatura.
Ejemplos de alimentos que pueden ser sometidos a estas condiciones especiales son los aceites vegetales, los granos, las legumbres, las verduras y las frutas (especialmente las manzanas y las peras).
Son productos que han sido pelados y cortados previamente y que se presentan listos para cocinar. Su caducidad es de entre una semana y 10 días y es necesario conservarlos en el frigorífico.
Alimentos de quinta gama
Aunque a menudo son confundido, existen diferencias entre la cocina de cuarta y quinta gama. La principal es que mientras los alimentos de cuarta gama están listos para cocinar, los de quinta gama no requieren de más elaboración ya que vienen listos para consumir. Son productos que ya han sido cocinados y envasados.
Los alimentos de quinta gama solo requieren de calor a más de 60º para ser consumidos, es decir, solo se necesita calentarlos en un microondas o en un horno convencional. Son productos refrigerados que pueden incluir los alimentos más variados: pescados, carnes, arroces, pasta…
Su caducidad ronda el mes e incluso pueden alcanzar los 45 días. Su popularidad es creciente en el mundo de la restauración.
Las gamas de los alimentos no se basan en su calidad, sino en su tratamiento y origen. Lo más importante en cada una de ellas es aplicar los métodos de conservación más apropiados y consumirlos dentro de los plazos establecidos.
Fundador de Bodegas Mezquita, Miplato.es, Método Gas y CongresosDigitales.com. Mentor en la EOI y Andalucía OpenFuture.
