Hay platos que son como un abrazo en esos días en los que necesitas algo que te siente bien al cuerpo y al alma. Pues esta crema de calabacín es justo eso: suave, con un sabor que no cansa y además, facilísima de hacer. Te vendrá genial si buscas recetas saludables, ligeras y que además ayuden a desinflamar tu cuerpo. En nuestro menú antiinflamatorio la tenemos como plato estrella, perfecta para cenas ligeras, personas mayores o simplemente cuando quieras comer bien sin complicarte mucho la vida.
Ingredientes para preparar crema de calabacín
Para 4 personas vas a necesitar:
- 3 calabacines medianitos (no te pases, que luego sobra crema para una semana).
- 1 patata de tamaño medio.
- 1 cebolla.
- Medio litro de caldo vegetal (si es casero genial, si no, que sea bajo en sal).
- Un par de cucharadas generosas de aceite de oliva virgen extra.
- Sal y pimienta a tu gusto.
Opcionales, por si te apetece darle un extra:
- Una cucharadita de queso crema o un quesito (eso sí, solo si tu dieta te lo permite).
- Un chorrito de bebida vegetal sin azúcar (almendra, avena, la que tengas por casa).
El calabacín tiene agua para regalar, fibra y antioxidantes de sobra. Mezclado con ingredientes sencillos tendrás una crema digestiva y nutritiva que te apetecerá en cualquier época.
Cómo hacer crema de calabacín paso a paso
1. Prepara los ingredientes
Lava bien los calabacines. Si tienen la piel finita o son ecológicos, déjala, que aporta fibra y color. Pela la patata y la cebolla, y corta todo en trozos medianos, sin complicarte demasiado la vida.
2. Sofríe esa cebollita
Pon una cazuela al fuego con el aceite y sofríe la cebolla hasta que esté transparente y ligeramente dorada (sin quemarla, que amarga). Este paso es clave para darle más sabor.
3. Añade el resto de verduras
Echa ahora el calabacín y la patata, remueve un par de minutos para que cojan el gustillo del sofrito.
4. Cocina a fuego lento
Vierte el caldo hasta que cubra las verduras. Cocina a fuego medio unos 20 minutos, hasta que al pincharlas las notes tiernas.
5. El toque final
Retira del fuego, deja templar un poco y pásalo todo con una batidora hasta conseguir una crema bien suave y sin grumos.
¿Hace falta echar nata o queso?
Tradicionalmente la crema suele llevar nata o queso para ganar textura, pero si sigues una dieta antiinflamatoria, mejor saltarse este paso porque a algunas personas los lácteos no les sientan demasiado bien.
Como alternativa puedes:
- Añadir un poco de bebida vegetal sin azúcar, que le da un puntito extra.
- Echar unos cuantos anacardos previamente remojados y triturarlos con la crema. Esto aporta cremosidad natural y además es antiinflamatorio.
- O directamente no ponerle nada más; bien batida y trabajada queda estupenda sin extras.
Trucos para conseguir una textura y sabor perfectos
- No te pases con el caldo, mejor ajusta después de triturar si hace falta.
- Deja reposar unos minutos antes de triturar, así se potencia el sabor.
- Pela el calabacín solo si es necesario, recuerda que la piel aporta fibra.
- Añadir una pizca de nuez moscada o cúrcuma realza el sabor y potencia sus beneficios antiinflamatorios.
Ideas para acompañar tu crema de calabacín
Aunque la crema está buenísima tal cual, hay algunos toppings que le dan alegría:
- Un puñadito de semillas de sésamo o calabaza para un toque crujiente.
- Un chorrito de aceite de oliva en crudo justo al servir.
- Picatostes integrales, si no te estás cuidando especialmente del pan.
- Jamón serrano bien crujientito, si no hay restricciones.
- Huevo duro picado, que aporta un extra de proteína y saciedad.
Y si un día no tienes tiempo o ganas de cocinar, recuerda que en MiPlato tenemos esta crema de calabacín lista para disfrutar. Solo es calentarla y listo: rica, equilibrada y sin complicaciones.
Fundador de Bodegas Mezquita, Miplato.es, Método Gas y CongresosDigitales.com. Mentor en la EOI y Andalucía OpenFuture.